¿Pueden las palabras o la forma en que hablamos, cambiar nuestra forma de pensar?

En Pormpuraaw, Australia hay una comunidad aborigen llamada Kuuk Thaayorre, que tiene una forma muy particular de comunicarse, todo lo relacionan a los puntos cardinales, entonces si quieres preguntar a alguien ¿Cómo estás? Le debes de preguntar: ¿ Hacia dónde vas? y no te responderán: Bien, sino; «Voy en la lejanía, al noroeste. Esto mentalmente, les da un claro enfoque las 24 horas de en donde están ubicados y hacia dónde van.

Esto es uno de los ejemplos sobre las investigaciones que se están desarrollando a nivel mundial, sobre algo que no se sabía a ciencia cierta pero ahora sí hay datos. El uso de las palabras puede cambiar la estructura de pensamiento de las personas.

Al llegar a esta conclusión pude entender el porqué del empecinamiento o la torpeza de algunos grupos sociales en cambiar algunas palabras de nuestro idioma, so pretexto de la inclusión, como por ejemplo: nosotres, todes, etc.

Nuestro idioma es lo suficientemente rico para poder expresar nuestras ideas con perfecta claridad no hay una necesidad sustanciosa para poder hacer cambios o agregar palabras a fin de que las personas se sientan menos excluidas.

Siendo esto así, tengo la firme convicción que hay personas muy interesadas en cambiar la mentalidad de las personas, a través del uso de las palabras y expresiones cotidianas, por una razón muy simple y malévola, porque eso les ayuda a controlar el poder, la cultura, la estructura de la sociedad como la conocemos, y finalmente los valores que han construido nuestras naciones.

Hay seguramente muchas cosas en que debemos mejorar y cambiar pero responsablemente y construyendo, no deconstruyendo.

RB